Resúmen Fase I

Comer hasta la saciedad sin restricción cuantitativa y sin contar calorías
Comer a horas fijas tres veces al día y sin saltarse jamás ninguna comida, sobre todo la del medio día.
Evitar el picoteo entre las comidas.  Eventualmente un  tentempié en la merienda hacia el final de la tarde para aligerar la cena.
Dos tipos de comidas:
Prótidos-Lípidas: proteínas, grasas y glúcidos con un IG igual o inferior a 35.
Glucidos-Protídicas: formada por glúcidos con un IG igual o inferior a 50.
Las comidas deben tener la siguiente estructura: Un entrante (ensalada de verduras o sopa), un plato principal (carne, pescado o ave) con guarnición de verduras con un índice bajo (<35) y un postre (queso, yogur, fruta cocida...)
El equilibrio alimenticio entre los tres nutrientes principales (glúcidos, lípidos, proteínas) debe llevarse a cabo a lo largo del día, pero cada comida deberá llevar obligatoriamente glúcidos y proteínas (animales y vegetales)
El desayuno se basará en glúcidos buenos con poca grasa o ninguna grasa en absoluto.
La cena será o bien idéntica a la comida, pero más ligera y con pocas grasas, o bien se centrará esencialmente en glúcidos. Ésta última es la que mejores resultados se van a obtener en la pérdida de peso.
Limitar el consumo de grasas saturadas (carne, embutidos grasos, mantequilla, prodúctos lácteos enteros) y favorecer las grasas del pescado y el aceite de oliva y girasol.
No consumir más de un vaso de vino o de cerveza en cada comida, mejor no consumir en fase I.
Evitar el café pues favorece la secreción de insulina.
Comer contranquilidad. Garantizar una buena masticación y evitar toda tensión durante las comidas.